En ocho meses, 72 mujeres fueron víctimas de feminicidios// Esto es como una guerra, es más que octubre negro... http://t.co/KQ3B2DbHmA
— Mery Vaca (@meryvaca) septiembre 30, 2015
Blog de la periodista Mery Vaca, que contiene opiniones personales, crónicas familiares y trabajos periodísticos de la autora publicados previamente en otros medios.
lunes, 5 de octubre de 2015
jueves, 6 de agosto de 2015
La Patria de todos
Mery Vaca, periodista
La Patria es el amor
Es la dicha es el amor
Por ella
el pecho suspira
Por ella
el alma se inquieta
Esa es la Patria que suena en los actos oficiales. Esa es la
Patria de Juan Enrique Jurado. Pero, no todos calzan en esa patria de verso.
Hay una Patria arrinconada, una Patria asfixiada, una Patria que piensa diferente
y que, no por eso, en el discurso oficial, ha dejado de ser Patria.
La Patria es diversa, pero las ideas diversas están proscritas.
La Patria sabe a locoto picante, pero Amalia, la periodista
más picante de Bolivia, nos deja sin su sazón.
La Patria es ancha como el salar de Uyuni; pero es ajena para
los disidentes.
La Patria es transparente como el lago Titicaca, pero muchos
compatriotas siguen siendo invisibles.
La Patria es colla, camba y chapaca; pero no para todos los collas,
ni para todos los cambas, ni para todos los chapacos.
La Patria es indígena y es mestiza, pero muchos indígenas y
más mestizos no calzan en la Patria de Juan Enrique Jurado.
La Patria, en números, es más urbana que rural, pero el
discurso oficial destaca más a la rural que a la urbana.
La Patria es ahora menos pobre, pero no por eso sus gobernantes son más tolerantes.
La Patria es ahora menos pobre, pero no por eso sus gobernantes son más tolerantes.
La Patria es el rojo de la sangre de los héroes, esos que
lucharon por todos, no por los gobernantes de turno y sus acólitos.
La Patria es el amarillo del oro y de los recursos naturales,
donde reside la bonanza de Bolivia, una bonanza que amenaza con acabarse y que
todavía no llega a Potosí.
La Patria es el verde de los bosques, esos bosques que se
depredan a diario.
La Patria es una, pero
en cada discurso oficial discurren dos patrias.
Patria es el lugar donde nací y donde elegí vivir, por eso
quiero una sola Patria.
martes, 4 de agosto de 2015
martes, 28 de julio de 2015
Las respuestas de las misses
Mey Vaca, periodista
Imagine
usted que tiene 19 o 20 años, que centenares de personas están pendientes de lo
que diga, que una decena de jueces implacables evaluarán cada una de sus
palabras, que al menos media docena de cámaras estarán llevando sus respuestas
al aire en vivo y directo para miles de televidentes. Y, a todo eso, agréguele
que en las últimas semanas se ha alimentado de piña para mantener la línea,
imagine que no ha dormido las tres últimas noches porque no pudo controlar el estrés,
y también piense que está vistiendo tacones de 20 centímetros, un vestido tan
angosto que no le deja caminar libremente y que lleva en la cara un maquillaje
que oculta su mejor sonrisa. Piense además que tiene que competir y ser la
mejor en medio de otras 20 chicas que están en las mismas circunstancias. Con
todos esos factores en contra, intente articular una respuesta coherente sobre
amor, relaciones humanas, sexualidad, política internacional o medio ambiente.
Y, como es casi seguro que no lo logrará,
sométase ahora al escrutinio del peor de los jurados: el público.
Eso mismo
está pasando con las jóvenes que el último fin de semana concursaron por la
corona de Miss Bolivia y que ahora son el hazmerreír de bolivianos y
extranjeros, porque el asunto llegó a la televisión mundial.
Ya estaría
bueno que dejemos a un lado la crítica fácil y que intentemos colocarnos en los
zapatos con tacones de 20 centímetros que ellas lucen para destacar.
Los
concursos de belleza no deberían existir porque denigran a la mujer y la
exponen, en una especie de subasta, a los ojos de hombres que quisieran
tenerlas en su cama y de mujeres que tienen listos venenosos comentarios para
destrozarlas a su paso por la infame pasarela que, para colmo de males, está
diseñada con gradas, muchas gradas.
Pero, este
texto ni ningún movimiento feminista hará que Gloria Limpias o Donald Trump
abandonen su negocio. Por lo tanto, tendremos que convivir con los concursos de
belleza. Como es una realidad contra la que no podemos luchar, al menos
podríamos pedir que se elimine el sector de las preguntas porque asistimos a un
concurso de belleza y no a unas olimpiadas de de inteligencia o de oratoria.
lunes, 22 de junio de 2015
lunes, 15 de junio de 2015
A la marraqueta
Mery Vaca
En La Paz, el
pan nuestro de cada día se llama marraqueta. La primera vez que la probé me
sentí estafada porque parecía un insípido pan francés que amenzaba con provocarme heriditas en las encías con sus puntas crocantes.
La marraqueta,
como el sushi, es gusto adquirido, me advirtieron los paceños. Y, así, día tras
día fui adquiriendo el gusto por la marraqueta, por el Illimani, por el helado
de canela y también por el paceño que
ahora es mi esposo.
Ahora sé que los
paceños no son tales sin su marraqueta. Es un símbolo de identidad que por su
majestuosidad solo se compara al Illimani. La comen con mantequilla, con
quesito, con nata, con mermelada, con palta, con carnes frías, con llajwita y
hasta con plátano y papaya Salvietti. Los más radicales comen el hot dog con
marraqueta. Marraqueta debe haber en la casa, en la oficina, en la pensión del
mediodía, en el agachadito de la esquina y hasta en el restaurante gourmet de
la zona sur.
La
marraqueta es un, cómo no, “patrimonio cultural e histórico de La Paz” desde el
año 2006. Y es también el mejor "souvenir" de esta tierra. Cuando algún paceño se
va de viaje añora sus montañas nevadas saboreando la marraqueta que llegó
cargada de amor desde las alturas. Yo misma, en una ocasión, tuve que mandar
una maleta llena de marraquetas para un amigo que vivía en España.
Pero no es lo
mismo, dirán los más exigentes. La marraqueta tiene que ser crocante, recién
salidita del horno, te aconsejarán. No, ¿pero acaso no te has enterado que si
las congelas, luego las pones un minuto al horno, salen como si hubieran sido
amasadas hoy mismo en algún horno paceño?. Yaaaaaaaaaa, ¿en seriooooo?. En
serio, dicen los que saben.
La marraqueta es
tan amada que cuando los panificadores anunciaron que dejarían de producirla,
ningún periódico se atrevió a poner la noticia en la portada. Y no es que
quisieran evitarle un mal de amores a
los paceños, sino que, sencillamente, no creyeron en la noticia porque era demasiado surrealista.
El caso es que
la amada marraqueta empezó a escasear y un buen día desapareció en medio del
pesar y el lamento chukuta que recorrió como una pólvora por las redes
sociales. No faltó el creativo que le hizo un necrológico deseando que la
marraqueta descanse en paz, al que luego se sumaría otro ingenioso internauta
que propuso reemplazar la hostia por la marraqueta para atraer más fieles a las
iglesias. No sería mala idea.
No pocos
restaurantes o cafeterías agregaron en sus menús la aclamada frase: tenemos
marraquetas. Y ni qué decir de la alegría que sentían aquellos paceños que,
luego de pasar una y mil peripecias, encontraban unas pocas marraquetas en
alguna tienda secreta de La Paz. La ocasión ameritaba, entonces, subir las
fotos de las marraquetas al face y hacer que el evento compitiera, por su
importancia, con la celebración de cumpleaños, la primera comunión o la boda.
La marraqueta,
dicen, se elabora solamente con harina, agua y sal. “No”, contradicen los que
saben el secreto, también se añade levadura y azúcar. Puede ser, pero el caso
es que algún misterio encierra su elaboración porque no cualquiera puede hacer
marraqueta, o pregúntenles a los militares que tuvieron que resignarse a vender
sarnitas.
La marraqueta es
también conocida como el pan de batalla porque, según dicen los que saben de
marraquetas y guerras, era el alimento que se llevaban los soldados que iban a
pelear en la contienda del Chaco.
Cuando la conocí
creí que era de batalla porque había que librar una batalla para comerla. O,
escuchen no más a los pico verde que, entre broma y broma, en algún tugurio de
Chijini piden una marraqueta para cortarse las venas mientras escuchan
melodramáticas baladas de los 70.
La marraqueta es
única y solo existe en La Paz. Eso dirían los paceños, pero es falso. También
hay marraquetas en Chile, nada menos que en Chile. O será que, igual que el
mar, ¿las marraquetas paceñas permanecen cautivas en ese país?
Sí, sí, lo de la
marraqueta chilena es en serio, tanto que hay un grupo musical chileno que se
llama La marraqueta. ¿Que nosotros también tenemos uno? Claro que sí, pero el
nuestro es un Marraketa blindada. O, de una vez, ¿definimos en el asunto en La
Haya?
La marraqueta
paceña es tan popular que los albañiles, pese a que ahora ganan tanto como un
arquitecto asalariado, siguen comiéndola con su Papaya Salvietti y su plátano.
La marraqueta es, a la vez, tan chic que un restaurant de la zona sur inventó
el postre del albañil, precisamente, juntando esos tres ingredientes. La
marraqueta también está en las mesas de los poderosos. Recuerden que en 2010 un
agente de seguridad del presidente Evo Morales se hizo robar uno de los
vehículos presidenciales al bajarse ceca de la plaza de San Pedro para ir a
comprar marraquetas para el desayuno del Mandatario.
Es tan
indispensable la marraqueta en La Paz que la virgencita de Copacabana habrá
tenido que hacer un milagro para que no desaparezcan definitivamente. Que ya no
cuestan 0,40, sino 0, 50 centavos; que ya no son regordetas sino escuálidas, que
ahora son chiquititas. Está bien, pero mejor todo eso que vivir sin ellas,
dirían los paceños orgullosos de comprar cada mañana en la tienda de la esquina
una bolsa de crujientes marraquetas.
Pero, ahora
también está escaseando la carne. Qué importa si las amadas marraquetas han vuelto
a la mesa de los paceños.
lunes, 8 de junio de 2015
Dos tercios y cuoteo
Mery Vaca,
periodista
En Bolivia se ha
instituido, en la última década, el cuoteo de los movimientos sociales, una
práctica que ha reemplazado al cuoteo partidario, ese mecanismo que nació con
la democracia pactada y a la que tanto daño ha causado.
Antes del
gobierno del presidente Evo Morales, los partidos sellaban pactos políticos
para poder gobernar porque ninguno alcanzaba la mayoría absoluta. Por tanto,
sin esos acuerdos, no podían elegir al presidente de la República y, menos,
darle gobernabilidad al país.
La democracia de
pactos, sin embargo, no permitía la inclusión de las minorías en la toma de las
decisiones políticas más importantes. Por eso, se creó el mecanismo de los dos tercios de votos parlamentarios, para que la mayor parte de las fuerzas
partidarias con representación política fueran tomadas en cuenta en la
definición de los asuntos de mayor relevancia nacional, entre ellos, la
designación de altas autoridades del Estado.
La concertación puede
ser fácil en el papel, pero en la realidad reviste un alto grado de complejidad.
Entonces, para lograr los ansiados dos tercios, los partidos recurrían a la
práctica del cuoteo partidario. En otras palabras, se repartían los cargos y
los beneficios a cambio de garantizar los votos necesarios.
El presidente
Morales, durante su primer mandato, no logró los dos tercios de votos en el
Senado y, encontró ahí, un freno a sus pretensiones. En cambio, desde su
segundo mandato, el Mandatario fue beneficiado con contundentes votaciones
populares que le permitieron garantizar ese mecanismo, lo que redujo a las minorías
parlamentarias a simples elementos ornamentales del primer poder del Estado.
Con esos dos
tercios, el MAS logró:
·
Copar el Tribunal Supremo Electoral con perfiles
funcionales o, definitivamente, oficialistas. Estos nombramientos se
reprodujeron en cascada en los niveles inferiores.
·
Nombrar a los candidatos para las elecciones
judiciales y, de esa manera, copar los más altos cargos del Tribunal
Constitucional, el Consejo de la Magistratura, el Tribunal Supremo de Justicia
y el Tribunal Agroambiental. Igual que en el anterior caso, los nombramientos
se reprodujeron en cascada en el resto del Poder Judicial.
·
Reírse en las interpelaciones que los opositores
planteaban contra sus ministros.
·
Nombrar a un oficialista en el cargo de
Contralor General del Estado.
·
Designar al Fiscal General del Estado.
·
Permitir la designación del Procurador General
del Estado en la persona de un oficialista sin objeciones legislativas.
·
Juzgar a miembros del Tribunal Constitucional
que se desmarcaron de las líneas señaladas por el oficialismo.
Con dos tercios
de votos también se nombró al Defensor
del Pueblo, pero esta autoridad mantiene su independencia respecto al Gobierno.
Los dos tercios de votos también sirven
para reformar parcialmente la Constitución, cambios que deben ser sometidos a
un referéndum aprobatorio. Este mecanismo aún no ha sido utilizado por el
oficialismo.
Para lograr esos
dos tercios y consolidar la hegemonía política, si bien el MAS no tuvo necesidad
de hacer alianzas partidarias, se vio obligado a suscribir pactos con los
movimientos sociales, los que apoyaron la gestión gubernamental no solo en las
calles, sino también con votos legislativos.
El propio
presidente Morales admitió que el Tribunal Supremo Electoral ha sido cuoteado y
anunció que esta vez no ocurrirá lo mismo.
Ahora que la
oposición ha ganado algunos espacios de poder local, como es el caso de El
Alto, estamos siendo testigos de la dañina maquinaria que se ha montado gracias
a estas alianzas. Los movimientos sociales se sienten con el derecho no solo de
compartir el poder, sino también de compartir las recaudaciones y, por
supuesto, de recibir todo tipo de compensaciones y prebendas para los
dirigentes y sus familias.
El cuoteo
político del pasado era fácilmente desmontable con el voto popular, pero el
cuoteo con los movimientos sociales se peleará en las calles, con graves
consecuencias para la institucionalidad y la democracia boliviana.
A estas alturas
está claro que los dos tercios de votos, que camufla en su interior el cuoteo
de los movimientos sociales, ya no es suficiente. Es preciso crear nuevos
mecanismos de concertación social y política que abarque a los partidos
políticos con representación política (mayorías y minorías), a los sectores
sociales, al mundo académico y a las instituciones involucradas en la temática
que se vaya a abordar.
Ensayo: Los dos tercios de votos que contribuyeron a consolidar la hegemonía del MAS
Escrito por Mery Vaca para el diplomado de Análisis Político y Procesos Electorales de la Universidad Católica Boliviana (2014).
1. INTRODUCCIÓN
1.1. Antecedentes
Bolivia encaró una profunda
crisis de Estado desde el año 2000. La denominada Guerra del Agua en Cochabamba,
las protestas campesinas del altiplano paceño y posteriormente los sucesos de
octubre de 2003 en la ciudad de El Alto pusieron de manifiesto una ruptura
política que derivó en la salida forzada del entonces presidente Gonzalo
Sánchez de Lozada, el fin de la democracia pactada y, lo sabríamos más
adelante, el nacimiento de un nuevo modelo político y económico.
Tras estos hechos, dos
gobiernos de transición -el de Carlos Mesa Gisbert y el de Eduardo Rodríguez
Veltzé- crearon las condiciones políticas para la llegada de Evo Morales Ayma
al Palacio de Gobierno. El líder cocalero representaba una nueva forma de hacer
política basada en la mayor participación ciudadana y en el corporativismo de
los movimientos sociales que se convirtieron en el sostén de su proyecto
político. Y traía consigo, además, un nuevo modelo económico basado en la mayor
presencia estatal en la economía, con la nacionalización de los hidrocarburos
como punta de lanza.
Según el vicepresidente
Álvaro García Linera (2010. P.10)), la construcción de este nuevo Estado no fue
fácil, estuvo marcada por varias etapas y momentos conflictivos.
“La
primera fue cuando se visibilizó el proyecto y la voluntad de poder del pueblo,
entre los años 2000 y 2003. La segunda se dio cuando ese proyecto logró fuerza
de movilización, presencia territorial y capacidad de ofrecer una alternativa
creíble y viable para el resto de la sociedad; éste es el momento que llamamos,
apoyándonos en Gramsci, empate catastrófico, donde dos proyectos de sociedad y
dos bloques sociales con voluntad de poder se confrontan. Esto ocurrió entre
2003 y 2005. El tercer momento fue la conquista del gobierno, aún no del poder,
sino del gobierno, a través de la conversión de esa gran capacidad de
movilización de los movimientos sociales, de tierras bajas y altas, de la
ciudad y del campo, en voto electoral, es decir, la conversión de la capacidad
de movilización en fuerza electoral democrática. En 2005, el compañero Evo
Morales Ayma gana las elecciones generales con el 54 por ciento del electorado
y asume la Presidencia de la República”.(p.10)
Señala el segundo Mandatario
que el cuarto momento “fue un hecho de fuerza, de tensionamiento y
confrontación decisoria entre los bloques de poder sociales antagónicos”.
Relata que los opositores
intentaron derrotar al gobierno del MAS mediante el estrangulamiento económico,
mediante la revocatoria electoral, el golpe de Estado y la división de Bolivia,
pero que en todos sus intentos fracasaron. (García Linera, 2010,p.11)
Este es el momento que, a
decir del Vicepresidente, se denomina “de bifurcación”, que consolida
estatalmente al bloque social dirigente nacional-popular.
Este cuarto momento se
desarrolló tras el triunfo de Evo Morales en las elecciones del 2005, cuando
obtuvo 54 por ciento de los votos. Sin embargo, no logró el control total del
Parlamento, donde tenía dos tercios de votos en la Cámara de Diputados, pero le
faltaba el control de la Cámara de Senadores.
La aparente capacidad de
movilización de los sectores opositores sumada a un Parlamento con capacidad de
maniobra política impidió al Movimiento al Socialismo (MAS) concentrar mayor
poder que aquel que le habían dado las urnas.
La estructura que el
presidente Evo Morales, despectivamente denominada neoliberal, persistía en
gran parte del aparato público, empezando por el Poder Judicial, la Corte
Nacional Electoral (luego se cambiarían los nombres) y algunas entidades que
habían pasado por un proceso de institucionalización en los gobiernos previos,
como el Servicio de Impuestos Nacionales, el Banco Central de Bolivia, el
Servicio Nacional de Caminos, la Aduana Nacional de Bolivia, la Contraloría
General del Estado, entre otras.
El desmontaje total de este
aparato solo se produciría en el siguiente gobierno del MAS, que se inauguró en
enero de 2010, tras una aplastante victoria electoral en diciembre de 2009,
cuando el presidente Morales se impuso con el 64 por ciento.
1.2. Tema
De cómo los dos tercios de
votos en la Asamblea Legislativa, que fueron creados para conseguir un balance
en el poder, se convirtieron en uno de los instrumentos utilizados por el MAS
para consolidar su hegemonía en el poder.
1.3. Objetivo
Reconstruir la forma en la
que el MAS fue tomando los órganos del Estado gracias a los dos tercios de
votos logrados en las elecciones de 2009.
1.4. Justificación
Encarar un trabajo académico
sobre los dos tercios de votos y el control hegemónico del poder resulta ser
una necesidad en momentos en que este mecanismo ha perdido la efectividad con
la que había nacido a la vida institucional. Tener o no tener dos tercios de
votos puede resultar irrelevante para un partido como el MAS que, en las tres
últimas elecciones, ha logrado mayorías aplastantes frente a sus adversarios.
Es preciso reflexionar sobre
otros mecanismos que permitan ponerle límites al poder y, sobre todo, abran
paso a la participación pluralista en la toma de decisiones.
Este trabajo contiene, en
primera instancia, un marco teórico referido a la contraposición de ideas entre
liberales y neomarxistas y sobre los dos tercios de votos en la Asamblea
Legislativa. Continúa con el desarrollo del tema en el marco de la dinámica
parlamentaria y el uso de los dos tercios de votos en aquellos casos n los que
la Constitución Política del Estado lo permite, para cerrar con las
conclusiones.
2. MARCO TEÓRICO
2.1. Democracia limitada Vs Hegemonía
Encarar un marco teórico
sobre los dos tercios de votos como mecanismo para la toma de decisiones en la
Asamblea Legislativa de Bolivia es encontrarse, necesariamente, con dos
visiones contrapuestas: La liberal y la que, para efectos de este trabajo,
llamaremos popular socialista y que se nutre de pensadores neo marxistas. Cada
una desde sus intereses políticos, explica su concepción del poder.
Los liberales parten del
concepto de la democracia limitada, explicada por Norberto Bobbio; y los
popular socialistas, siguiendo a Antonio Gramsci, tienen como norte la búsqueda
del poder hegemónico.
Pero, vayamos por partes.
Bobbio (2001) señala que “el liberalismo es una doctrina del Estado limitado,
tanto con respecto a sus poderes como a sus funciones” (p.17).
Agrega que el estado de
derecho se contrapone al Estado absoluto, mientras que el estado mínimo se
contrapone al estado máximo.
“Por
estado de derecho se entiende en general un Estado en el que los poderes
públicos son regulados por normas generales (leyes fundamentales o
constitucionales) y deben ser ejercidos en el ámbito de las leyes que los
regulan, salvo el derecho del ciudadano de recurrir a un juez independiente
para hacer reconocer y rechazar el abuso o exceso de poder” (p.18).
Pero, ¿cómo se puede limitar
el poder para evitar los abusos de un gobernante o la imposición de un poder
sobre otro? Bobbio (2001) señala:
“Son
parte integrante del estado de derecho en sentido profundo, que es el propio de
la doctrina liberal, todos los mecanismos constitucionales que impiden u
obstaculizan el ejercicio arbitrario e ilegítimo del poder y dificultan o
frenan el abuso, o el ejercicio ilegal. Los más importantes de estos mecanismos
son: el control del Poder Ejecutivo por
parte del Poder Legislativo, o más exactamente del gobierno al que corresponde
el Poder Ejecutivo de parte del Parlamento al que toca en última instancia el
Poder Legislativo y la orientación política; el control eventual del Parlamento
en el ejercicio del Poder Legislativo ordinario por parte de una corte
jurisdiccional a la que se pide el establecimiento de la constitucionalidad de
las leyes; una relativa autonomía del gobierno local en todas sus formas y
grados frente al gobierno central; y un Poder Judicial independiente del poder
político”. (p. 19-20)
Existen diversos mecanismos
para ejercer el control particularmente desde el Poder Legislativo y uno de
ellos es la vigencia de los dos tercios de votos, un mecanismo que, en caso de
Bolivia, fue introducido en la legislación para lograr que las minorías fueran
tomadas en cuenta en las decisiones más importantes que atingen al Estado. Se
usó, sobre todo, para aprobar reformas constitucionales y para el nombramiento
de altas autoridades del Poder Judicial, de la Corte Nacional Electoral y de
instancias del Poder Ejecutivo que requerían un alto grado de independencia e
institucionalidad.
Durante la época de la
democracia pactada, cuando los partidos mayoritarios no sobrepasaban el 40 por
ciento de la preferencia electoral, los dos tercios de votos cumplieron con el
objetivo de incluir a las minorías en las decisiones más importantes, como la
reforma de la Constitución, la designación de altas autoridades del Estado,
entre otros aspectos. Aunque, la crítica más generalizada a esta etapa es que
se impuso el cuoteo y los intereses particulares entre todos los que
participaban de los acuerdos.
El ex presidente de la Corte
Nacional Electoral y estudioso de la temática electoral en Bolivia, Salvador
Romero Ballivián (2008), recuerda que tras los acuerdos de la década del 90, “la
Ley Electoral estableció que los vocales de la CNE y de las Cortes
Departamentales debían ser elegidos por dos tercios de votos del total de
miembros del Congreso. La minoría política recibía un poder de veto, una corta
mayoría parlamentaria no podría designar por sí sola vocales”. (p.89)
Indica que “el propósito era
que el oficialismo y la oposición acordasen nombres de personalidades sin
vinculaciones partidarias: más que un asunto numérico los dos tercios (aplicado
también para otras designaciones como las de Magistrados de la Corte Suprema o
del Tribunal Constitucional) constituyó un principio político”.(p.89)
Sin embargo, la fórmula que
parecía perfecta, fue distorsionada por los políticos que, en muchos casos,
terminaron repartiéndose los altos cargos del Estado, lo que provocó la censura
de la opinión pública.
El abogado Ariel Flores
Mamani (2014), encuentra el fundamento de los dos tercios de votos en el
principio de rigidez que deben tener algunos aspectos constitucionales.
“La
teoría de la inmutabilidad, que sustenta la rigidez constitucional, establece
que para la vida y desarrollo del Estado le es necesaria su estabilidad
política y que ésta no podría ser posible si el Estado tuviese que variar
constantemente. Entonces, para garantizar la invariabilidad y seguridad
jurídica de la Constitución, el poder constituyente exige que asuntos de
especial relevancia, solo puedan ser derogados o modificados mediante
procedimientos legislativos especiales o cualificados (los dos tercios)”.
Desde que el Movimiento al
Socialismo (MAS) logró triunfos arrolladores, por encima del 60 por ciento, la
esencia de los dos tercios se ha perdido porque un solo partido logra esa
cantidad de votos en la Asamblea Legislativa y deja fuera de las decisiones a
los partidos minoritarios.
Esta ausencia de contrapesos
ha devenido en lo que Fernando Molina denomina “democracia arbitraria”.
Dice Molina (2010):
“Desde
octubre de 2008, cuando el gobierno logró vencer, en un solo movimiento, a la
oposición política (…) y a la oposición regional (…); el MAS comenzó a actuar
sin contrapesos y a desplegar sin prejuicios su verdadera concepción de la
política. En los dos años que transcurrieron hasta ahora, desmanteló la mayor
parte de los controles y frenos que se había construido en el pasado para
evitar el retorno al “trono” de un personaje frecuente de la historia nacional,
el caudillo autoritario. En contra de su propia promesa de conceder una mayor
participación política a los sectores populares, y a su autodefinición como un
“gobierno de los movimientos sociales”, lo que ocurrió en verdad fue un
incremento enorme y peligroso del poder del Presidente y sus colaboradores más
directos, y un intento de disciplinar en torno a ese poder a los disidentes (a
muchos de los cuales se enjuicia o amenaza con enjuiciar), a las organizaciones
sociales (que deben alinearse con un organismo coordinador manejado por el
gobierno, y que son combatidas con energía cuando se movilizan) y a la prensa
(presionada y, en consecuencia, autocensurada)”
(p13-14).
Flores Mamani (2010) aporta que, habiendo el MAS logrado
los dos tercios de votos, ya no necesita armar consensos para hacer los cambios
que considere necesarios. “Ni el sistema político democrático estaba diseñado
para un partido hegemónico, ni la autoridad del constituyente, a través del
pluralismo político, había previsto las consecutivas y mayoritarias victorias
electorales de una fuerza partidaria”, lo que, en su criterio, llevaría a
romper con el carácter rígido que debería tener la Constitución.
En la otra vereda de las ideas, los impulsores del modelo
popular socialista, reconocen que su objetivo es la búsqueda de la hegemonía en
el poder. Las explicaciones del por qué se pueden encontrar en los escritos y
discursos del vicepresidente Álvaro García Linera, y en la tesis doctoral de Íñigo
Errejón, alto directivo de Podemos, la nueva fuerza partidaria de España, y que
ha establecido un lazo fuerte con el MAS de Evo Morales y, sobre todo, con las
ideas de García Linera. De hecho, su tesis aborda el proceso boliviano.
Durante la inauguración del XX Foro de Sao Paulo en La
Paz, en agosto de 2014, García Linera dijo que “estamos asistiendo a una lenta,
pero irreversible decadencia del neoliberalismo. Estados Unidos no es más la
potencia del mundo (…) estamos asistiendo al seguimiento de gobiernos
progresistas”.
En la visión de García Linera, los gobiernos que él llama
progresistas, entre los que inscribe, por supuesto, al gobierno encabezado por
el presidente Evo Morales en Bolivia, en este proceso han sido protagonistas de
cinco conquistas y tienen otras cinco tareas pendientes por realizar.
La primera lección o logro, dijo durante ese acto al que
asistieron movimientos antiglobalización del la región, es la comprensión de la
democracia como método revolucionario, pero no aquella democracia concebida por
los liberales y que fue explicada líneas arriba, sino como “el espacio propicio
para la hegemonía, entendida en el sentido gramsciano, de liderazgo intelectual,
cultural, liderazgo ideológico, liderazgo político”.
Sin duda, aquellos aspectos peyorativos que le imprimen
los pensadores liberales a los intentos hegemonistas de los gobiernos
populistas y/o socialistas desaparece por completo en el discurso de García
que, basado en el pensador neo socialista Antonio Gramsci, la explica como un
liderazgo intelectual.
En cambio, los liberales conciben a la hegemonía como el
control total del poder, la limitación de los valores democráticos y la eliminación
de las voces disidentes; lo que deviene en una disminución de la calidad de la
democracia.
García Linera continúa diciendo que “en nuestros países
hay una transformación de la democracia entendida como participación, aquí le
llamamos democracia comunitaria, democracia participativa, frente a las
democracias fósiles, es la misma sociedad en movimiento que ha recreado, reinventado
la democracia como participación”.
El segundo logro es la gobernabilidad y la legitimidad
conseguidas no solamente apegándose a los mecanismos de elecciones, sino que el
otro componente fundamental es la presencia popular y la movilización social en
las calles.
“No se puede entender a Evo sin la guerra del agua, de la
coca, del gas, sin las movilizaciones populares que fueron creando un tejido
denso de participación, que garantizó no solo la victoria, sino la estabilidad
para enfrentar las intentonas golpistas”, señaló García Linera en el XX Foro de
Sao Paulo.
El tercer logro, según el Vicepresidente es el “desmontamiento
del neoliberalismo (…) mediante la recuperación de empresas estratégicas, la
ampliación de los bienes comunes, de los recursos que pertenecen a todos, la
continua redistribución de la riqueza, reconstitución y ampliación de derechos
laborales”.
La construcción de un cuerpo de ideas es el cuarto logro,
que conlleva acciones del antiimperialismo y el anticolonialismo, dando paso al
pluralismo socialista. El quinto logro, a decir de García Linera, es el
renovado internacionalismo y expectativa de integración regional que, a
diferencia de los procesos que existían en el pasado, éstos (ALBA, UNASUR,
CELAC) no están administrados por Estados Unidos y, por el contrario, son de
los pueblos.
Así como planteó los logros obtenidos por los gobiernos
progresistas, García Linera delineó las tareas pendientes, entre las que citó:
1. Defender
y ampliar los logros obtenidos hasta el día de hoy. No es posible y sería
terrible que se diera un retroceso.
Este puede ser el justificativo de los
gobiernos populistas para eternizarse en el poder. De hecho, la tendencia es
hacerse reelegir indefinidamente. El presidente boliviano, Evo Morales, ya dio
un paso en ese sentido al haber postulado y ganado un tercer mandato, pese a
que la Constitución le permitía acceder,
únicamente, dos veces consecutivas.
El partido de gobierno controla actualmente
los dos tercios de la Asamblea Legislativa, lo que le permitiría aprobar una
reforma constitucional que le abriría la puerta a la reelección indefinida. De
hecho, este es el mayor temor de los opositores, que ven en esos dos tercios el
mecanismo legal para dejarlos fuera de cualquier decisión en ese sentido.
2. Ampliar
los logros económicos y estabilizar el modelo de desarrollo hasta aquí
conquistado.
3. Reforzar
las tendencias comunitarias y socialistas de la experiencia cotidiana. “Los
revolucionarios estamos aquí no para administrar el capitalismo, sino para transformar
el capitalismo en una sociedad socialista y comunitaria”.
4. Tener
la capacidad de remontar las tensiones que emergen de un tipo de revolución
emergente de procesos democráticos. ¿Cómo se construye hegemonía?, pregunta el
Vicepresidente y responde que, en el sentido revolucionario y gramsciano no es
abuso, es liderar, dirección moral política, dirección cultural, sobre el resto
de las fuerzas sociales”. Una revolución tiene que ampliarse, irradiarse a
otros sectores, pero si se irradia demasiado se debilita el núcleo, pero si se
concentra en el núcleo, queda aislado y en sus alrededores pueden surgir otros
liderazgos, hay que saber medir. Y, en este punto es en el que hace uno de sus
planteamientos más polémicos: Al adversario hay que derrotarlo, eso es Lenin.
Mientras que Gramsci dice que al adversario hay que incorporarlo, pero no se
incorpora en tanto adversario organizado, sino en tanto adversario derrotado.
Derrotar e integrar.
Y, eso mismo está haciendo ahora el gobierno,
permitiendo la incorporación de liderazgos opositores que, tras ser derrotados
en las urnas, ingresan al MAS para garantizar esa polémica hegemonía que le
permiten los dos tercios de votos en la Asamblea Legislativa y otros mecanismos
aquí no señalados.
5. Avanzar
en procesos de integración técnica productiva para lo que plantea el reto de
pasar de la integración política a la integración económica. “Ninguna revolución va a salir sola adelante,
o salimos todos juntos, o no sale nadie”, concluye.
Según Íñigo Errejón, la teoría que expone García Linera
(y que se encuentra también recogida en su tesis doctoral), “tiene el valor de
ser una aplicación práctica de un esquema teórico abstracto al caso concreto de
la construcción de poder político y hegemonía en Bolivia”. (p.77)
En términos “políticos”, dice Errejón, la hegemonía es en
Lenin el liderazgo de la clase obrera en una alianza amplia que de ninguna
forma disuelve o modifica las identidades preconstituidas de las clases que la
componen, que en definitiva tenían que “golpear juntas pero marchar separadas.
Es una concepción instrumental, autoritaria y cortoplacista, en la que la
vanguardia suma actores en una conjunción táctica y los conduce políticamente.
Hay, sin embargo, un añadido crucial: Lenin opone la hegemonía al estadío
exclusivamente “gremial o corporativo” de la política del proletariado. (p.120)
Citando a Gramsci, Errejón recoge que la hegemonía es una
operación fundamentalmente cultural que va más allá de la unificación de
fuerzas decretada por dirigentes políticos. La hegemonía es entonces, para
Gramsci, liderazgo político, intelectual y moral que articula una voluntad
colectiva orientándola en un sentido nacional-popular. (p.120)
Errejón agrega:
“Derivado,
cristalizador y a su vez promotor de estas transformaciones, el gobierno del
Movimiento Al Socialismo descansa sobre un liderazgo inédito en el país, que le
ha permitido hacer frente a un ambicioso programa de reforma estatal. Este
liderazgo, como ya se ha señalado, se expresa de la manera más evidente en sus
sucesivas y amplias victorias electorales, pero comprende fundamentalmente la
exitosa encarnación, por parte del MAS y más en particular de Evo Morales, de
una nueva “voluntad colectiva nacional-popular”. (p.562)
Agrega que en Bolivia han existido dos regímenes
hegemónicos – el nacionalismo revolucionario de 1952, el neoliberalismo de
1985- y en la crisis del Estado neoliberal se ha ido conformando una tercera
hegemonía expansiva, que se ha consolidado durante el proceso constituyente y
el primer gobierno de Evo Morales (2006-2009).
Éste último régimen hegemónico, que Errejón califica como
nacional-popular indígena, ha instituido un nuevo sentido común según el cual
la necesaria refundación estatal tiene que adaptar las estructuras políticas a
la “nación verdadera” que tiene en su núcleo articulador a los sectores
empobrecidos e indígenas, plebeyos en fin, como la esencia nacional. De la
construcción de este nuevo horizonte en el que se inscriben las demandas y
aspiraciones de diferentes sectores sociales se deriva el liderazgo político
indiscutido del Movimiento Al Socialismo, encarnando esta identidad nacional
plebeya conformada. El liderazgo del MAS se expresa no sólo en sus triunfos
electorales o en los avances de las reformas institucionales estructurales,
sino sobre todo en su capacidad para fijar los términos en los que se mueve la contienda
política nacional. (p.570)
La democracia liberal, representativa o limitada, aquella
que tiene frenos y contrapesos, busca evitar la concentración del poder en un
solo partido y, en su concepción teórica, pretende la participación de todas
las fuerzas políticas con representación parlamentaria.
En cambio, la democracia desde el punto de vista de los
gobiernos popular socialistas, se plantea como objetivo llegar a la hegemonía
para que un único proyecto político se convierta en el líder y conductor del
Estado.
2.2. Dinámica parlamentaria y dos tercios de votos
Entre 1985 y 2005, Bolivia ha vivido la era de la democracia
pactada, lo que implica que los partidos, al no obtener ninguno de ellos más
del 50 por ciento de los votos en las elecciones, se veían obligados a sellar
alianzas para lograr la elección del Presidente en el Congreso Nacional, a
través de una especie de voto calificado. Los únicos que decidían quién sería
el Mandatario eran los parlamentarios.
Hasta las reformas de 1994, el Congreso podía elegir al
Presidente entre los tres más votados. Sin embargo, la elección de Jaime Paz Zamora, justamente el tercero en
la preferencia electoral en 1989, provocó un rechazo ciudadano en torno a las
prácticas políticas que estaban socavando la voluntad popular. Por eso, en las
reformas del 94 se decide que el Congreso solo elegiría presidente entre los
dos más votados.
Gustavo Rodríguez Ostria, en El Parlamento en Bolivia:
Historia, estructura y dilemas (1826-2010), indica:
“En
sí mismas, las coaliciones, entre entidades políticas diversas, no son
negativas y, por el contrario, forman parte de las reglas de la democracia. Lo
que las agotó en Bolivia fue el uso instrumental que de ella le dieron los
partidos. Sin embargo, pese a los intentos por democratizar el ejercicio del
poder o introducir códigos éticos en el ejercicio de la política, las prácticas
patrimoniales y de cuoteo en la distribución de los cargos, a la manera de un
botín, continuaron prácticamente incólumes” (p. 54).
En este escenario de coaliciones cada vez más grandes
para garantizar la gobernabilidad es que los dos tercios de votos del Congreso
sirvieron para garantizar la participación de la mayor cantidad de fuerzas
políticas posible en determinaciones importantes como la elección de altas
autoridades del Estado o la reforma parcial de la Constitución.
Si bien los partidos participaban de la distribución del
poder a través del mecanismo de los dos tercios, a la larga, lo que hicieron fue
ampliar el cuoteo para garantizar la gobernabilidad.
El desgaste del sistema político se convirtió en el caldo
de cultivo para la aparición de una nueva opción: El MAS de Evo Morales, que
ganó las elecciones de 2005 con mayoría absoluta de sus miembros, algo que no
había sucedido en la historia de Bolivia.
Sin embargo, en aquella ocasión, al MAS no le alcanzó
para obtener los dos tercios de votos del Senado y tuvo, durante los cuatro
años que duró su gestión, un bloqueo opositor desde la Cámara Alta.
Ese escenario cambiaría en las elecciones de 2009, cuando
el MAS se coronó victorioso con el 64 por ciento de los votos y aseguró por
primera vez el control de la Asamblea Legislativa con sus dos tercios de votos.
Henrry Oporto, al referirse a los factores clave de la
transformación del escenario político, señala que se produjo:
Una “tendencia a la implantación de un sistema
con fuerte predominio de un partido, un poder presidencial acrecentado, que
prescinde de las alianzas políticas y descarta compartir el poder con otros
partidos, cuya fuerza de sustentación política descansa tanto en su carácter
plebiscitario (la apelación constante al voto y al respaldo popular legitimador)
como la extraordinaria red de apoyo social que ha construido alrededor de los
movimientos sociales que se adhieren al proceso de cambio. Un sistema que por
ahora no encuentra opciones de recambio y alternancia en el poder”. (p.
173).
Oporto, en su artículo publicado en el libro Cuestiones
Parlamentarias, hace un recuento por la reforma constitucional impulsada por el
MAS, a través de la Asamblea Constituyente, y que le permitió al gobierno
concentrar más poder y controlar efectivamente el Poder Legislativo, con
medidas como el incremento de senadores de tres a cuatro por región.
Paralelamente, como ya lo hemos señalado, en las
elecciones de 2009, el MAS consigue por primera vez el control de las dos
cámaras a través de los dos tercios de votos que, según Oporto, es “un hecho
inédito en la política boliviana. Mientras que los partidos de la oposición se
ven relegados a una ínfima minoría y con muy escasas posibilidades de incidir
en las decisiones legislativas. De ahí que, hoy día, tengamos un parlamento
absolutamente dominado por el partido oficialista. En los más de 25 años de
régimen democrático, nunca, jamás un gobierno logró asegurarse un respaldo
parlamentario tan abrumador y definitorio”.
La conformación de la Asamblea Legislativa quedó de la siguiente
manera tras las elecciones de 2009:
CÁMARA
DE SENADORES
|
||
Partido
|
Senadores
|
Porcentaje
|
MAS
|
26*
|
72,2%
|
PPB-CONVERGENCIA
|
10
|
27,8%
|
TOTAL ESCAÑOS
|
36
|
|
*Con 24 senadores se logran
los dos tercios, el MAS obtuvo 26.
CÁMARA
DE DIPUTADOS
|
||
Partido
|
Diputados
|
Porcentaje
|
MAS
|
86*
|
66,1%
|
PPB-CONVERGENCIA
|
38
|
29,2%
|
UNIDAD NACIONAL
|
3
|
2,26%
|
ALIANZA SOCIAL
|
3
|
2,26%
|
TOTAL ESCAÑOS
|
130
|
|
*Con 86 diputados se logran los dos tercios, el MAS
obtuvo exactamente esa cantidad.
ASAMBLEA
LEGISLATIVA PLURINACIONAL
|
||
Partido
|
Parlamentarios
|
Porcentaje
|
MAS
|
112*
|
67,4%
|
PPB-CONVERGENCIA
|
48
|
28,9%
|
UNIDAD NACIONAL
|
3
|
1,8%
|
ALIANZA SOCIAL
|
3
|
1,8%
|
TOTAL ESCAÑOS
|
166
|
|
*Se logran los dos tercios de votos con 110 miembros, el
MAS obtuvo 112.
Con dos tercios propios (sin alianzas), reseña Oporto, el
oficialismo tiene la llave para tomar decisiones cruciales prescindiendo de
llegar a acuerdos con la oposición. “Por ejemplo, puede elegir por sí mismo, a
las cabezas de los órganos de control y de defensa de la sociedad y del estado
(Contraloría General del Estado, Ministerio Público, Defensoría del Pueblo y
Procuraduría General del Estado). Por otro lado, puede aprobar la Ley Marco de
Autonomías y Descentralización e, incluso, una reforma parcial de la
Constitución, sin necesidad de buscar consensos con la oposición, aunque luego
esta reforma requiera de un referendo constitucional aprobatorio”.
Sin embargo,
los dos tercios se utilizan de acuerdo a normas específicas para cada caso y,
dependiendo de la situación, pueden aplicarse los dos tercios de votos del
total de los miembros o de los presentes en sala.
3. EL MAS TOMA EL CONTROL DE LOS ÓRGANOS DEL ESTADO
Durante
su segundo gobierno (2010-2014), el MAS consolidó la hegemonía a través de su
aplastante mayoría en la Asamblea Legislativa Plurinacional. Durante el primer
período, las luchas habían sido en las calles y las carreteras de la denominada
media luna, donde el gobierno logró imponerse por la fuerza. Pero, en la
segunda gestión, con el control de los dos tercios de la Asamblea Legislativa,
la oposición prácticamente quedó disminuida a la nada.
Para
efectos de este trabajo, recurrimos a la Constitución Política del Estado para
establecer cuáles son aquellos casos en los que se requieren dos tercios de
votos para dar luz verde a una decisión
y también para señalar si el MAS utilizó o no y cómo hizo la aplicación del
preciado instrumento de los dos tercios de votos legislativos.
3.1. Los dos tercios en la Asamblea Legislativa Plurinacional
ARTÍCULO 158 (4)
|
Es atribución de la Asamblea Legislativa
Plurinacional “elegir a seis de los miembros del Órgano Electoral
Plurinacional por dos tercios de votos de sus miembros presentes”
|
En agosto de 2010, haciendo uso de sus dos tercios de
votos, el MAS eligió a tres de los siete miembros del Tribunal Supremo
Electoral: Irineo Zuna (indígena), Ramiro Paredes y Wilma Velasco. Por su
parte, el presidente Evo Morales hizo uso de su prerrogativa nombrado a uno de
los miembros del Tribunal, cargo que recayó en Wilfredo Ovando.
En enero de 2011, el partido oficialista completó el
nombramiento de vocales electorales con Fanny Rivas, Dina Chuquimia y Marco
Ayala.
Los nuevos vocales electorales surgieron a la vida
institucional bajo la sospecha de responder al MAS porque esa fuerza
partidaria, sin concertar con ningún otro partido, los había elegido en la
Asamblea Legislativa.
De hecho, luego se presentarían cuestionamientos
concretos en contra del accionar de estos vocales, a los que la oposición acusó
de favorecer al partido de gobierno en diversos momentos, sobre todo, en las
elecciones generales de 2014, cuando el presidente Evo Morales, en su calidad
de candidato, hizo uso de los bienes del Estado sin que el Tribunal Electoral se
pronunciara contundentemente en contra.
ARTÍCULO 158 (5)
|
Es atribución de la Asamblea Legislativa
Plurinacional “preseleccionar a las candidatas y candidatos para la
conformación del Tribunal Constitucional Plurinacional, Tribunal Supremo de
Justicia, Tribunal Agroambiental y Consejo de la Magistratura (por dos
tercios de votos de los presentes)”
|
Éste fue el uso más polémico que hizo el MAS de sus dos
tercios de votos. El 16 de octubre de 2011, se celebraron en Bolivia las
primeras elecciones judiciales, de las que emergieron los primeros altos
miembros del Poder Judicial elegidos por voto directo.
El gobierno de Evo Morales anunciaba la primera reforma
estructural de la justicia boliviana que, hasta entonces, era acusada de ser
corrupta y lenta. Sin embargo, el proceso nació con un pecado original: los
candidatos habían sido previamente preseleccionados por los dos tercios de
votos del MAS en la Asamblea Legislativa.
Es decir, los ciudadanos votaron en las elecciones, pero
sobre las listas elaboradas previamente por el MAS. El rechazo a este mecanismo
se produjo en las urnas, donde el 60 por ciento de los electores le dijo No al
proceso, mediante el voto nulo o blanco. Es decir, el nuevo Poder Judicial
surgió con el 40 por ciento de los votos válidos.
Los opositores se apresuraron en pedir la anulación de
los comicios argumentando que, si bien el proceso era legal, carecía de
legitimidad.
De hecho, la baja votación que obtuvo cada uno de los nuevos
altos miembros del Poder Judicial da una pauta en ese sentido. A continuación
se transcriben los resultados electorales correspondientes solo a los
magistrados titulares, datos que fueron recogidos del periódico Los Tiempos
(2011). Los suplentes obtuvieron votaciones mucho más bajas aún.
TRIBUNAL
AGROAMBIENTAL PLURINACIONAL
|
|
Magistrado elegido
|
Porcentaje de votos válidos
|
Bernardo Huarachi
|
16,5
|
Deysi Villagomez
|
9,05
|
Gabriela Armijo
|
7,04
|
Javier Peñafiel
|
6,75
|
Juan Ricardo Soto
|
5,38
|
Lucio Fuentes
|
5,34
|
Yola Paucara
|
4,63
|
TOTAL DE
VOTOS
|
|
Votos nulos
|
42,60
|
Votos blancos
|
17,07
|
Votos válidos
|
42,34
|
TRIBUNAL
CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL
|
|
Magistrado elegido
|
Porcentaje de votos válidos
|
Gualberto Cusi
|
15,70
|
Efren Choque
|
10,57
|
Ligia Velásquez
|
7,26
|
Mirtha Camacho
|
5,95
|
Ruddy José Flores
|
5,77
|
Neldy Andrade
|
5,25
|
Soraida Chanez
|
5,08
|
TOTAL DE
VOTOS
|
|
Votos nulos
|
44,03
|
Votos blancos
|
13,87
|
Votos válidos
|
42,10
|
CONSEJO DE
LA MAGISTRATURA
|
|
Magistrado
elegido
|
Porcentaje
de votos válidos
|
Cristina Mamani
|
26,34
|
Freddy Sanabria
|
8,75
|
Wilma mamani
|
8,69
|
Roger Triveño
|
7,97
|
Ernesto Araníbar
|
6,85
|
TOTAL DE VOTOS
|
|
Votos nulos
|
42,20
|
Votos blancos
|
15,81
|
Votos válidos
|
41,99
|
La elección de los miembros del Tribunal Supremo de
Justicia obedece a otro tipo de fórmula, que incluye el criterio regional, por
lo que no se incluye un cuadro de similares características.
Pese a las observaciones, los nuevos magistrados
asumieron sus funciones con el reto de practicar la revolución democrática y
cultural también en el Poder Judicial.
Opositores y analistas insistieron que, por la forma de
preseleccionar a los candidatos, el MAS se había hecho del control del Poder
Judicial, puesto que estos magistrados, una vez que asumieran el cargo, irían
cambiando a todos los miembros del Órgano Judicial, en una especie de cascada,
como finalmente sucedió.
Finalmente, el 25 de abril, el Tribunal Constitucional
Plurinacional le daría la razón a la oposición al habilitar al presidente Evo
Morales como candidato para un tercer mandato consecutivo, pese a que la
Constitución solo permite una reelección.
El argumento usado por el Tribunal Constitucional era que
el primer mandato, que había sido recortado de cinco a cuatro años, había
ocurrido en la vieja República de Bolivia y que, en el nuevo Estado
Plurinacional, Morales estaba en su primer período presidencial, por lo que
quedaba habilitado para un segundo mandato.
Entonces, un Tribunal Constitucional nacido de los dos
tercios del MAS le permite a Evo Morales postular a un tercer mandato
presidencial. Y, luego, un Tribunal Electoral nacido también de los dos tercios
del MAS, allana la segunda reelección del mandatario sin hacer observaciones al
fallo del Constitucional y, sobre todo, permitiendo una campaña desigual entre
el oficialismo y la oposición.
ART. 158 (18)
|
Es atribución de la Asamblea Legislativa “interpelar,
a iniciativa de cualquier asambleísta, a las ministras o ministros de Estado,
individual o colectivamente, y acordar la censura por dos tercios de los
miembros de la Asamblea. La interpelación podrá ser promovida por cualquiera
de las cámaras. La censura implicará la destitución de la Ministra o
Ministro.
|
Este artículo, que le faculta al MAS a usar los dos
tercios de votos para sacar de su cargo a los ministros del presidente Evo
Morales, no fue utilizado porque, quienes plantean las interpelaciones, son
parlamentarios de la oposición. A la hora de la votación, se impone la mayoría
oficialista aprobando la gestión del ministro.
Incluso, desdeñando esta atribución legislativa, el
presidente Morales suele decir que los parlamentarios que son interpelados por
la Asamblea Legislativa tienen el cargo asegurado.
ART. 214
|
La Contralora o el Contralor del Estado se
elegirá por dos tercios de votos de los presentes de la Asamblea Legislativa
Plurinacional. La elección requerirá de convocatoria pública previa, y
calificación de capacidad profesional y méritos a través de concurso público.
|
Pese a que es atribución de la Asamblea Legislativa
Plurinacional elegir por dos tercios de votos al Contralor General del Estado,
el presidente Evo Morales designó en diciembre de 2008 en ese cargo, de forma
interina, al diputado oficialista Gabriel Herbas. En ese entonces, el MAS aún
no tenía los dos tercios de votos en la Asamblea Legislativa, sin embargo, más
tarde, pese a haber logrado ese respaldo, el oficialismo no siguió los
procedimientos legales para elegir a un nuevo Contralor. Actualmente, se
mantiene en el cargo Gabriel Herbas, un hombre de confianza del presidente
Morales.
ART. 220
|
La Defensora o el Defensor del Pueblo se
designará por al menos dos tercios de los presentes de la Asamblea
Legislativa Plurinacional. La designación requerirá de convocatoria pública
previa y calificación de capacidad profesional y méritos a través de concurso
público, entre personas reconocidas por su trayectoria en la defensa de los
derechos humanos.
|
En abril de 2010, los dos tercios de votos de la Asamblea
Legislativa Plurinacional eligieron a Rolando Villena en el cargo de Defensor
del Pueblo, con los consiguientes temores de que su gestión respondería al MAS.
Sin embargo, Villena ha demostrado independencia en sus actuaciones y, en la
actualidad, junto a la Iglesia Católica y algunos medios de comunicación, es
una de las pocas voces disidentes en Bolivia; aunque sus informes no tienen
capacidad coercitiva, sino solamente moral.
ART. 227. (I)
|
La Fiscal o el Fiscal General del Estado se
designará por dos tercios de votos de los miembros presentes de la Asamblea
Legislativa Plurinacional. La designación requerirá de convocatoria pública
previa, y calificación de capacidad profesional y méritos, a través de
concurso público.
|
En octubre de 2012, los dos
tercios de votos del MAS permitieron la elección de Ramiro Guerrero en el cargo
de Fiscal General del Estado. Guerrero fue miembro de la Asamblea Constituyente
por las filas del MAS, previamente había sido nombrado magistrado de la Corte
Suprema de Justicia por el presidente Evo Morales y en las elecciones
judiciales fue candidato a ocupar uno de los altos cargos del Órgano Judicial.
ART. 230. (II)
|
La designación de la Procuradora o
Procurador General del Estado corresponderá a la Presidenta o Presidente del
Estado.
|
ART. 230. (III)
|
La designación podrá ser objetada por al
menos dos tercios de los miembros presentes de la Asamblea Legislativa
Plurinacional, en un plazo no mayor a 60 días calendario desde su
nombramiento. La objeción tendrá por efecto el cese de la funciones en la
persona designada.
|
En marzo de 2014, el presidente Evo Morales designó en el
cargo de Procurador General del Estado a un hombre de su plena confianza, el
entonces diputado Héctor Arce. Por supuesto, la Asamblea Legislativa no hizo
uso de sus dos tercios de votos para objetar el nombramiento.
ART. 261. (II)
|
La Ley Marco de Autonomías y
Descentralización será aprobada por dos tercios de votos de los miembros
presentes de la Asamblea Legislativa Plurinacional.
|
En julio de 2010, el MAS hizo uso de sus dos tercios de
votos para aprobar la Ley Marco de Autonomías y Descentralización, en medio de
observaciones de la oposición porque la citada norma permitía la suspensión de
autoridades locales a sola acusación de un fiscal. De hecho, esta ley le sirvió
al MAS para sacar de sus cargos a los gobernadores de Tarija, Mario Cossío; y
de Beni, Ernesto Suárez; además de 11 alcaldes, entre ellos Jaime Barrón de
Sucre y René Joaquino de Potosí.
El 2013, el Tribunal Constitucional declaró
inconstitucionales los artículos que permitían la suspensión de autoridades
electas a sola acusación fiscal.
ART. 411, (II)
|
La reforma parcial de la Constitución podrá
iniciarse por iniciativa popular, con la firma de al menos el 20% del
electorado; o por la Asamblea Legislativa Plurinacional, mediante ley de
reforma constitucional aprobada por dos tercios del total de los miembros
presentes de la Asamblea Legislativa Plurinacional. Cualquier reforma
necesitará referendo constitucional aprobatorio.
|
Este artículo aún no ha sido utilizado por los dos
tercios del MAS, pero la oposición teme que se estrene su aplicación con una
reforma constitucional que le permita al presidente Evo Morales la reelección
indefinida. Ante los vaticinios, Morales ha señalado que cumplirá lo que diga
la Constitución, aunque eso puede significar que sí buscará la reelección
indefinida.
ART. 160. (6)
|
Es atribución de la Cámara de Senadores “juzgar
en única instancia a los miembros del Tribunal Constitucional Plurinacional,
tribunal supremo de justicia, el tribunal agroambiental y del control
administrativo de justicia por delitos cometidos en el ejercicio de sus
funciones cuya sentencia será aprobada al menos por dos tercios de los miembros
presentes, de acuerdo a ley”.
|
Una vez que se ha producido
la crisis en el nuevo Órgano Judicial, el MAS se apresta a utilizar sus dos
tercios de votos para juzgar y sacar de sus cargos a tres magistrados del
Tribunal Constitucional por haber admitido un recurso en contra de la Ley del
Notariado.
4. CONCLUSIONES
El presidente Evo Morales inicia este 2015 su tercer
mandato consecutivo y lo hace con el control prácticamente total de los cinco
órganos del aparato estatal.
a. El
Órgano Ejecutivo y, dentro de él, en el Palacio de Gobierno y en la
Vicepresidencia del Estado es donde se centralizan las más importantes
decisiones que hacen a la vida nacional.
b. Los
resultados electorales de diciembre de 2014 le dieron al MAS el 61 por ciento
de los votos y, una vez más, el control de los dos tercios de la Asamblea
Legislativa, por donde pasan las decisiones más delicadas, como nombramiento de
altos cargos, enjuiciamiento de magistrados y la reforma parcial de la
Constitución Política del Estado.
c. El
Órgano Judicial, que fue reformado vía elección directa, atraviesa por una
profunda crisis de credibilidad y, desde el presidente Evo Morales, hasta sus
más acérrimos opositores, coinciden en que debe operarse un cambio estructural.
Lo que no se sabe es si el MAS mantendrá el mecanismo de selección de
candidatos vía Asamblea Legislativa para después someterlos al voto directo.
Lo que está claro, sin
embargo, es que cualquier mecanismo pasará por el control hegemónico del MAS ya
sea en el Órgano Ejecutivo, en el Legislativo o en el Electoral.
d. El
Órgano Electoral continúa en manos de los vocales que fueron seleccionados por
los dos tercios de votos del MAS en la Asamblea Legislativa. El trabajo de este
Órgano ha sido observado hasta por la misión la OEA que llegó para hacer
seguimiento a las elecciones generales de 2014 y por el propio presidente Evo
Morales. Pese a eso, sus integrantes se mantienen en el cargo rompiendo con el
principio de que los vocales electorales deben ser personalidades notables, de
probada independencia partidaria y deben
gozar del consenso nacional.
Lejos de cumplir con estos
requisitos, los actuales vocales electorales han sido tachados de ineficientes
y, en más de un caso, han sido relacionados con el partido de gobierno.
Wilfredo Ovando, uno de los vocales, fue visto en un acto proselitista del MAS
blandiendo una bandera de ese partido.
e. Las
designaciones en las entidades de defensa del Estado tampoco tienden a cambiar.
Hombres de confianza del presidente Evo Morales ocupan cargos clave y lo
seguirán haciendo, en la Contraloría, la Fiscalía y la Procuraduría. La
excepción es la Defensoría del pueblo, que mantiene su independencia frente al
poder central.
f. La
gran incógnita, a estas alturas, son las gobernaciones y alcaldías. El MAS
pretende copar también esos espacios locales, pero la decisión está en manos de
los ciudadanos bolivianos que en marzo acudirán a las urnas.
La ansiada hegemonía ha sido lograda. Ahora, el
vicepresidente Álvaro García Linera puede decir que el poder total ha sido
conquistado, aunque, como él mismo lo indica, lejos de replegarse a disfrutar
de las mieles del poder, los líderes de la denominada revolución democrática y
cultural de Bolivia y de América Latina tienen otras tareas por cumplir, las
que fueron descritas más arriba.
El mecanismo de los dos tercios de votos, que nació como
una forma de garantizar la participación de las minorías en la toma de las
decisiones más importantes y para darle rigidez a la Constitución, ha sido
superado por el tiempo. Es hora de crear nuevos mecanismos democráticos
inclusivos. Esa tarea, sin embargo, no recae en quienes actualmente detentan el
poder sino, por el contrario, en quienes quedaron reducidos a una oposición
estéril y decorativa.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Bobbio,
N. (2001). Liberalismo y Democracia.
Errejón,
I. (2012). La lucha por la hegemonía durante el primer gobierno del MAS en
Bolivia (2006-2009): un análisis discursivo. Recuperado de http://eprints.ucm.es/14574/1/T33089.pdf
Flores
Mamani, A. (2014, 07 de diciembre). ¿Para qué sirven los dos tercios en la
Asamblea Legislativa?. La Razón. pp.
E6.
García
Linera, A. (2010). Del Estado aparente al
Estado integral. Discursos y ponencias del Vicepresidente del Estado Plurinacional
de Bolivia. Recuperado de http://www.vicepresidencia.gob.bo/IMG/pdf/discursos_ponencias_8.pdf
García
Linera, A. Discurso de inauguración del XX Foro de Sao Paulo en La Paz. (28 de
agosto de 2014). Grabación obtenida del archivo personal de la autora de esta
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Votos
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